Las capas de una cebolla

Columnistas Opinión

Por Jaime Alberto Palacio Escobar*
Entre las páginas de un libro encontré un recorte del dominical “Nueva Generación” de El Colombiano, con una entrevista sin datos de fecha, ni nombres de participantes. En él hay una conversación con un arquitecto español de visita en Medellín por esos días. Allí se lee: “Las obras que he visto tienen esa doble intención de resolver un problema y al mismo tiempo de influir un cambio social fuerte”. Bienvenida esa apreciación para hacer una conexión sugestiva con tanta obra pública en proceso actualmente en Envigado. Muchas construcciones simultáneas pueden llevar a que el ciudadano se haga preguntas pertinentes relacionadas con la respuesta del arquitecto, por ejemplo, la relación solución de problema-cambio social. Yo quisiera agregar otros elementos a la ecuación para mejor comprensión: conciencia individual, cultura ciudadana, obra pública.

Ampliación del Hospital Manuel Uribe Ángel, entregada recientemente. Foto Cortesía Alcaldía.

Por capas
Para la búsqueda de la respuesta se me ocurre una analogía, comparar el Plan de Desarrollo Municipal con las capas de una cebolla. La externa recoge y arropa las internas, todas forman una unidad como conjunto. Si fuera pertinente asimilarlo al diseño de un plan de desarrollo, sería válido preguntar acerca de ¿qué envuelve a qué?, es decir, ¿a la obra pública le precede la conciencia de los individuos, que al volverla colectiva fortalece la cultura ciudadana que le demanda y requiere al administrador las obras que se necesitan para el desarrollo de las comunidades? O, por el contrario, ¿la infraestructura llena de vías, instalaciones, escenarios, invita al uso consciente y proactivo del ciudadano para su bienestar?

Inauguración de la Estación de Policía de Las Palmas. Foto Cortesía Alcaldía de Envigado

¿Qué es primero?
¿Qué hala a qué, quién requiere a quién? ¿El problema a solucionar es la obra? ¿El comportamiento individual y social cambia por la existencia de la obra pública que le abre espacios para la convivencia sana, respetuosa y comprometida con el otro?
La pista atlética de la recién remodelada cancha de El Dorado, llena de adultos haciendo ejercicio en la mañana, los cinco colegios tradicionales en proceso de modernización, la iluminación renovada en los barrios, la nueva torre del hospital municipal, por citar solo cuatro ejemplos, deberían hablarnos sobre las capas envueltas y las envolventes, si seguimos con la comparación.

Nuevo Parque El Dorado

Efectividad
Si el ciudadano se apropia de esos espacios, los hace suyos y los integra a su desarrollo, al del barrio, al de la comunidad, el administrador público habrá entendido que su plan fue efectivo y trascedente. Lo mismo, si hay escucha genuina a sus voces, a través de la participación permanente y decidida de ellos en el diseño y construcción de sus proyectos comunitarios y de ciudad. De lo contrario, muy probablemente se asistirá al frecuente y repetido corte de cintas de inauguración que rápidamente nadie reconoce, y lo peor, desconoce. Son extrañas a su ser y quehacer, además del escepticismo y duda que les genera su origen y construcción. Aquí es conveniente volver al diálogo con el arquitecto para recordar su mejor enseñanza: en todos los momentos del gobierno hay que cuidar el círculo virtuoso de la obra pública.

*Envigadeño raizal, nacido en 1958. Autor de los libros: Al final de cuentas, qué hacemos en Gestión Humana (2008); La paz laboral, costo o inversión (2012) y Envigadeñas (2021). Colaborador habitual del periódico Órbita y la revista La Vitrola, publicaciones de Envigado.

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