Por Jaime Alberto Palacio Escobar*
De tiempo atrás existe en el parque principal de Envigado Marceliano Vélez Barreneche, en el costado suroriental, un CAI en el que agentes del orden público se encargan de la vigilancia del entorno y de la protección de los ciudadanos. Se presume que está allí para la seguridad y la tranquilidad de los transeúntes y visitantes asiduos del lugar.
Lo que de pronto no hemos evidenciado es que, también desde hace años, se ha venido consolidando otro “CAI” en el costado noroccidental del parque. Es ni más ni menos que el de la sabiduría y el pensamiento creativo en Envigado. A los ya erigidos bustos de Fernando González, Marceliano Vélez Barreneche y Manuel Uribe Ángel, se ha sumado recientemente el de Débora Arango: cuatro representantes de una fuente inagotable de creación, producción intelectual y servicio público impoluto que, sin lugar a dudas, ha contribuido al desarrollo de la comunidad, de todos los grupos de interés y a la evolución de la ciudad, la región y el país.
El abogado e historiador Carlos Serna ha sido reiterativo al señalar a Manuel Uribe Ángel, José Félix de Restrepo y a José Manuel Restrepo como los tres sabios de Envigado. De otro lado, el músico y director Carlos Rendón ha señalado a Fernando González, Débora Arango y al recién llegado al reencuentro con los envigadeños, el músico Pedro Pablo Santamaría, como los adalides del pensamiento creativo en el municipio. Basta una frase representativa de cada uno de ellos para dignificar en su más fina expresión lo que han significado en la historia, la política, el arte, las letras, y la cultura en la región, en el país y fuera de él.
¿Quienes son?
De los tres sabios:
- José Manuel Restrepo. Autor del primer compendio de historia en Colombia. Es decir, nos ubicó en el tiempo.
- José Félix de Restrepo. Protagonista en la construcción de la República y en la consolidación de la Independencia. Es decir, nos mostró el camino de los derechos y la libertad.
- Manuel Uribe Ángel. Autor de la geografía general de Antioquia; padre de la Medicina en el departamento y de la modernización de la enseñanza de las ciencias médicas. Es decir, nos ubicó en el espacio y armonizó la educación con la Medicina.
De los tres adalides:
- Fernando González. El Brujo de Otraparte. Con sus reflexiones sobre la ética y la educación del ciudadano pensó en la existencia del hombre desde su máxima trascendencia. Es decir, nos llevó en un viaje al conocimiento de nosotros mismos.
- Débora Arango Pérez. “el Arte fue su universo”, a través de su obra buscó incesantemente la expresión genuina del cuerpo, es decir, nos dibujó la estética de la libertad en el arte.
- Pedro Pablo Santamaría. Llevó la música a un nivel de composición e interpretación con tanto reconocimiento, que su obra trascendió en el tiempo y en el espacio. Es decir, internacionalizó la música colombiana.
La construcción armónica
La pasividad de unos agentes en un CAI, contrasta con la mirada oteadora de los otros, siempre vigilantes de que el camino de los ciudadanos vaya en pos de una construcción armónica. Es como si quisieran decir que cada paso en la vida de los lugareños esté arropado por una historia en la que los sabios y los adalides marcaron una ruta para encontrar en las letras, la ciencia, las leyes, el arte y el buen gobierno, aquellas respuestas para dignificar su vida y para hacer del respeto por el otro la mejor manera de convivir en paz. Ellos no han dejado de hablar, educar y trascender. Su obra sigue viva, su presencia en su “CAI” nos puede asegurar a los envigadeños que, en la historia por construir, estará presente su influencia y sus lecciones sobre el desarrollo de la sociedad.
Sería muy interesante que los administradores de lo público llevaran al nuevo “CAI” los miembros que faltan: José Félix de Restrepo, José Manuel Restrepo y Pedro Pablo Santamaría. Lo difícil será saber quién sería el jefe allí. Nadie mejor que Marceliano Vélez Barreneche, el guardián del parque principal.
*Envigadeño raizal, nacido en 1958. Autor de los libros: Al final de cuentas, qué hacemos en Gestión Humana (2008); La paz laboral, costo o inversión (2012); Envigadeñas (2021) y 150 años después –Julio Vives Guerra-. Colaborador habitual de la revista La Vitrola y de El Envigadeño Medio de Comunicación, publicaciones de Envigado.