Por Jaime Alberto Palacio Escobar*
Fotos Cortesía Eafit
Desde la secundaria mostró ese afán de búsqueda de respuestas a tantas preguntas que, por sus lecturas, intuiciones, relaciones, vivencias, influencias de profesores le iban surgiendo, en cada momento con más profundidad, relacionadas con la justicia social y la igualdad de oportunidades para todos.
Se le apareció en el camino la idea de escudriñar en la historia el origen de las sociedades, de las culturas humanas, del desarrollo del hombre. Claro que esa ruta lo condujo a la filosofía, para profundizar desde el ejercicio del pensamiento, la génesis y la evolución del saber filosófico, científico y político. Mientras tanto y, por largo rato, fue consciente de otro camino por recorrer, indispensable para validar sus convicciones políticas: vivir la realidad del trabajo en sus más elementales y básicos oficios.
Líder sindical
Desde ahí asumió un rol significativo y trascendental para su carrera futura: la dirigencia sindical. Con su liderazgo, la reivindicación de los derechos de los trabajadores tuvo logros significativos para una amplia comunidad laboral.
Al sumar e integrar experiencia, conocimiento y capacidad intelectual, estaba listo para otros retos: la consultoría internacional desde la Organización Internacional del Trabajo (OIT), la asesoría en el Ministerio de Trabajo y la dirección general del Centro del Pensamiento y Formación para las Organizaciones Sindicales. Desde esta última se gestaron fructíferas y productivas reflexiones sobre el trabajo humano, las relaciones laborales y el fortalecimiento de culturas participativas y democráticas, necesarias para la evolución como región, nación y sociedad.
Sobre equidad social
Llegaron nuevos retos. Diferentes audiencias sociales lo quisieron cerca para construcciones técnicas y metodológicas sobre equidad social. Qué mejor que en el sistema de compensación familiar, en el que la relación trabajador- familia- empresa- comunidad- gobierno está viva en todo momento y en los planes de gestión que impulsan esas interacciones. Con él, la homologación conceptual y la producción de contenidos de alto impacto sociopolítico fortalecieron la urdimbre de relaciones entre las partes interesadas para hacer del sistema un verdadero motor de transformación.
Granito de arena por el país
Terminó la vida laboral activa como profesor emérito, investigador y decano de la Facultad de Humanidades de Eafit, como escritor muy apreciado. También como un verdadero líder nacional, que convirtió la filosofía política en el mejor vehículo para la facilitar las conversaciones en pro de la solución del conflicto armado y la firma del Acuerdo de Paz y como una manera de hacer pedagogía para la comprensión del futuro del país. Así mismo, como un excelente maestro que acompañó a los estudiantes y ciudadanos en su expansión de consciencia para un compromiso más activo en la sociedad. La larga lista es el mejor colofón para una brillante y ejemplar trayectoria personal y profesional de este envigadeño que, en la plenitud de su vida, optó por volver a su lugar de origen, su amada ciudad de Jardín. Hablo de Jorge Giraldo Ramírez.
*Envigadeño raizal, nacido en 1958. Autor de los libros: Al final de cuentas, qué hacemos en Gestión Humana (2008); La paz laboral, costo o inversión (2012) y Envigadeñas (2021). Colaborador habitual de la revista La Vitrola y de El Envigadeño Medio de Comunicación, publicaciones de Envigado.
