A propósito de unas fiestas, el carriel, patrimonio en peligro de extinción

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Por Ana Isabel Rivera Posada*

Agradecimientos especiales a Carrieles Jericó que nos permitió tomar fotos en su almacén.
Carrieles se venden todos los días, jamás faltan los clientes y se comercializan todos los que se hacen. Eso dicen quienes producen este tradicional bolso antioqueño en la Guarnielería Jericó, de Envigado. La venta total de la producción y la elaboración continua de carrieles, muestra que se trata de un negocio próspero que aún tiene mucho porvenir desde lo económico.

El carriel envigadeño, toda una obra de arte.

También hace parte de una tradición que se resiste a morir. De eso da fe, por ejemplo, la reciente declaratoria como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación y la exaltación a Jericó y Envigado, como municipios que conservan esta tradición. El reconocimiento se hizo mediante la Ley 2139 del 6 de julio 2021, que honra “el oficio artesanal de la guarnielería asociado a la fabricación del Guarniel-Carriel Antioqueño e incentívese la postulación para su inclusión en la Lista Representativa de Patrimonio Cultural Inmaterial del ámbito nacional con la asesoría técnica del Ministerio de Cultura”. La ley en cuestión también autoriza al Gobierno Nacional, al departamental y de los municipios de Jericó y Envigado, para incorporar en sus presupuestos “partidas destinadas a la promoción, exaltación y salvaguarda del oficio artesanal de la guarnielería asociado a la fabricación del Guarniel -carriel Antioqueño”. Así mismo, definió como Día Nacional del Guarniel-Carriel Antioqueño cada 15 de agosto. Y cabe anotar que, en Envigado, esta fecha especial pasó sin pena ni gloria.

Diferentes formas de carrieles, incluso variaciones más modernas que conservan los elementos característicos del carriel.

Hablamos del carriel porque es parte fundamental de la historia local, ahora justamente que se desarrollan las festividades que contienen su nombre, Semana de la Cultura y Fiestas del Carriel. Sin embargo, ni menciones, ni honores, ni reconocimientos durante los festejos a este emblema que ya es patrimonio, ni a los portadores de tan importante conocimiento, que son quienes conservan la tradición contra viento y marea.

Buena parte de las acciones que lleva el proceso de elaboración de un carriel son a mano.

Sin herederos
La gran preocupación está en la transmisión del conocimiento y en el legado, pues no hay muchos herederos para el relevo generacional, por lo menos en Envigado, para que esta actividad se conserve y permanezca en el tiempo. La transmisión del oficio es uno de los pilares fundamentales que contiene cualquier declaratoria de Patrimonio. Un arte u oficio o una manifestación cultural, luego de ser declarada como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Nación, aspira a ser incluida en la respectiva Lista Representativa, para lo cual debe presentarse ante el Ministerio de Cultura lo que se llama Plan Especial de Salvaguardia (PES).
Según el Ministerio de Cultura, “Un Plan Especial de Salvaguardia (PES) es un acuerdo social y administrativo y un instrumento de gestión que sirve para orientar la salvaguardia de una manifestación o expresión cultural. Este acuerdo se traduce en una serie de medidas a corto, mediano y largo plazo que pueden adquirir forma de iniciativas, proyectos y programas, los cuales requieren la articulación permanente y estratégica de los actores involucrados al momento de implementar el PES. Un PES es importante pues tiene que ver con cómo la comunidad propone proteger y salvaguardar el patrimonio cultural de su territorio para futuras generaciones. Al ser las expresiones culturales un elemento vivo y dinámico, es primordial que toda la comunidad sea facilitadora y que participe permanentemente en su formulación e implementación”.
Entonces, en resumen, un PES es un instrumento de gestión que permite conservar una tradición y para ello debe propiciar reflexión, investigación, diálogo, concertación y acuerdos entre las personas naturales, jurídicas, organizaciones o colectivos culturales, portadores y gestores del arte u oficio en este caso para definir acciones de salvaguardia. Eso, posteriormente se evidencia en proyectos, iniciativas, planes y programas, a los cuales se les debe asignar presupuesto municipal para su materialización.

Artesanal
Hacer un carriel es uno de los oficios que se considera actualmente artesanal, pues buena parte de estos bolsos se hace a mano. Sólo se utiliza máquina llamada guarnecedora para algunas de las costuras que antes las matronas realizaban a mano. Aunque la historia local cuenta que Envigado tuvo hacia el año 1968 cerca de 15 guarnielerías, es decir fábricas de carrieles, hoy sólo queda un local reconocido en la elaboración de este tradicional elemento antioqueño, Carrieles Jericó.

Es un elemento cuya elaboración es artesanal y con un conocimiento tan específico, que debería ser conservado para poder transmitirlo a las nuevas generaciones.
Siempre, en la tapa de atrás, cada carriel lleva el sello de la Guarnielería. La imagen, la de Carrieles Jericó, en Envigado.
Las secretas. Son el secreto mejor guardado de un carriel, esos bolsillos ocultos para guardar cosas y objetos que el dueño quiere que no sean encontrados.

La elaboración de un carriel se demora un día aproximadamente. Estos son los principales pasos del proceso:

  • Selección y compra los materiales, que deben ser de la mejor calidad. Como ya no se utiliza la piel de nutria ni de tigrillo, salvo en algunos casos, es necesario conseguir el pelaje del ternero para poder hacer la tapa.
  • Como un carriel tradicional tiene 12 bolsillos, incluidas las secretas (bolsillos para ocultar dinero u otras cosas que el dueño quiera guardar secretamente), quién lo elabora de cortar cuatro (4) divisiones, cinco (5) falsos, una (1) tapa para bolsillo, cinco (5) ribetes cortos y uno (1) largo para la tapa, dos (2) cortes de pelo para el delantero, los pedazos rojo y amarillo, cuatro (4) piezas cortas como secretas, tres (3) forros del mismo tamaño de las divisiones, la cobertura de la tapa, hilo encerado, charol y charolina para los ribetes, pega blanca y amarilla y cáñamo para encabezar, qué es darle dos puntadas a mano en cada extremo del carriel antes de proceder a ribetear.
  • Lo que sigue es el arte de quién lo fábrica.
Bolsillos en los bolsillos. Y siempre el toque elegante del charol y la charolina.
Materiales de excelente calidad, además del trabajo manual de la fábrica, hacen que el producto sea duradero en el tiempo.

¿Qué guarda un carriel?
Según Agustín Jaramillo Londoño, en El Testamento del Paisa, “aunque el carriel se usa desde tiempos inmemoriales, los de principio del siglo XIX tenían por lo general dos o tres bolsillos pero estos han ido aumentando con el tiempo”. Hoy hay carrieles hasta con 18 bolsillos, pero los que eran más prácticos, no llevaban más de nueve (9) bolsillos teniendo en cuenta las tres (3) secretas o bolsillos perdidos entre los forros.
Cada carriel se parece al dueño, no es lo mismo uno de ganadero que uno de guaquero. El que más cosas carga es el arriero y contiene lo siguiente:

  • Plata billetes y a veces se llevaban grandes capitales que los comerciantes les entregaban a los mayoristas de las capitales.
  • Una barbera, dicen que no para pelear, sino para detenerse por ahí en cualquier recodo del camino a afeitarse después de varios días de viaje.
  • Peine pequeño.
  • Espejo con tapa.
  • Un farolito de tela plegable para alumbrar el camino cuando los cogía la noche.
  • Una vela de cebo con su respectivo guarda vela, que era un estuche de lata.
  • Un par de dados para la entretención nocturna
  • La baraja española
  • La carta de la novia y un crespito de la muchacha atado a una cinta rosada y con perfume, ambos guardados en una de las secretas.
  • Leche de sandio para curar el polvillo de los cascos de las bestias y para inflamaciones.
  • Una pitica enrollada o un pedacito de cabuya.
  • Una aguja di’ arria
  • Una navaja capadora o pico’eloro que servía para todo, desde cortar caños sacar niguas hasta pelar frutas o hacer alguna intervención quirúrgica a una persona o un animal.
  • Uno o dos amuletos: se usaban la uña de la gran bestia, la cola de gurre, el colmillo de morrocoy y el colmillo de tigre. El ojo de venado que también sirve de amuleto.
  • Tabaco para el viaje.
  • Recado de sacar candela: piedra de castilla, un ‘deslabón’ y yesca (material seco que arde con facilidad).
  • La estampita de la Virgen del Carmen o un crístico.
  • Una libreta de apuntes y lápiz.
  • Un pito de cacho para hacer señales a los compañeros
Hace 23 años, en septiembre de 1999, el Periódico El Envigadeño registraba que se revivían las Fiestas del Carriel, después de 38 años de no realizarse. Esta imagen, la portada de esa edición número 4 de septiembre.
Esta es una imagen tomada de la edición impresa del Periódico El Envigadeño, número 4, de septiembre de 1999, cuando publicamos una nota similar sobre el carriel.

*Comunicadora Social – Periodista con 33 años de trayectoria profesional. Directora de El Envigadeño Medio de Comunicación en la etapa antigua (1999-2002) y de nuevo, desde febrero de 2022, en su regreso en versión 100% digital.

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